Muchas personas aspiran a gozar de buena salud y estar en forma, pero no desean o no pueden pasarse horas corriendo, saltando o haciendo esfuerzos que agotan su energía y les dejan incapaces de continuar después con su actividad cotidiana.

Otras personas practican regularmente deportes de gran actividad física, pero echan en falta un método que les permita calmar su mente a la vez que liberan la tensión acumulada en su cuerpo. 

Desde hace milenios, en China ejercitar el cuerpo ha sido siempre sinónimo de desarrollar un equilibrio físico, mental y espiritual . Y para ello han ido desarrollando diferentes sistemas destinados a trabajar de forma holística sobre la persona, teniendo en cuenta no solo su parte física sino también su mente y sus emociones. 

Así se desarrolló la Medicina Tradicional China, cuya eficacia está más que demostrada hoy en día. Y dentro de ella encontramos un método de entrenamiento personal que combina movimiento, automasaje, técnicas de respiración y meditación con la finalidad de preservar la salud y prolongar la vida. Este método se conoce hoy día como Qi Gong (también lo podemos encontrar escrito como Chi Kung).

Cualquier persona puede practicar Qi Gong; no requiere entrenamiento previo ni exige condiciones físicas especiales. Hay ejercicios apropiados para cualquier edad y condición física. Se puede practicar de pie, sentado o incluso tumbado (con algunos pequeños ajustes en la técnica).